El ambón: La dignidad de la Palabra de Dios exige que en la iglesia haya un sitio reservado para su anuncio, hacia el que, durante la liturgia de la Palabra, se vuelva espontáneamente la atención de los fieles. Dicho ambon debe de estar bien iluminado y ser amplio, al igual que vestido con dignidad y nobleza, con colores litúrgicos o detalles eucarísticos etc.